Cifuentes



Cifuentes debe su nombre al asperjado de manantiales que originan el afluente del Tajo con el mismo nombre, que fue en su origen Cien Fuentes. Merced a esa agua que la nutre y la habita ha sido asentamiento humano, probablemente desde la prehistoria, como atestiguan los restos arqueológicos de su entorno; pero su andadura documentada se inicia en el 1260 y desde entonces ha sido la cabecera de una amplia comarca con una gran actividad; así como custodia de tesoros histórico artísticos de la Alcarria que ilustrarán la visita, la observación y la cultura.




De su época defensiva y entremezclado con la memoria de ilustres personajes, como Doña Blanca y Don Juan Manuel, la muralla y el castillo del siglo XIV mantienen restos que tiñen el paseo de los vestigios de la lucha por la plaza.

Numerosos edificios religiosos, transitan una lección del arte: románico, gótico, barroco y renacimiento se superponen o se ensamblan entre sus muros, portadas o detalles decorativos. La iglesia de San Salvador, el convento de Santo Domingo, Nuestra Señora de Belén o las ermitas de Santa Ana, La soledad y San Roque, son ejemplos de esta riqueza.

Conjuntos monumentales u obras civiles siembran las calles de curiosidades, detalles y estilos arquitectónicos de una villa que pudo permitirse la suntuosidad en sus calles y la variedad en el tiempo: La Plaza de la Provincia, el Hospital del Remedio, la Casa de los Gallos, la Casa de la Sinagoga o la de Jovellanos… mueven la atenta mirada y la inquietud por las costuras de sus orígenes.

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