La Esfinge

En la mitología griega, la Esfinge era un demonio de destrucción y mala suerte y se representaba con rostro de mujer, cuerpo de león y alas de ave.
Para la mayoría de los escritores de la antigüedad, la Esfinge era única y de ascendencia divina. Sin embargo, hay algunos que dan a entender que se trataría de una especie de animal.

Según Apolodoro, la Esfinge había aprendido el arte de formular enigmas de las Musas. Edipo la llamó musa, ya que era propio de las Musas el manejar las palabras con belleza a través del canto. La Esfinge cantaba sus enigmas. El acertijo era: «¿Qué ser provisto de voz es de cuatro patas, de dos y de tres?»

Leona alada

Las esfinges egipcias tienen rostro de hombre y carecen de alas, androesfinges, para distinguirlas de la Esfinge griega.
Las esfinges eran símbolo de la realeza, ya que representaban la fuerza y el poder del león, y la vida después de la muerte, motivo por el que aparecen en muchas tumbas en forma de relieve.

En los últimos periodos del imperio egipcio fue habitual situar esfinges a ambos lados de las avenidas que conducían a los templos, este uso se ha mantenido a lo largo de los años, y se pueden ver en las entradas a los edificios importantes (como la del dibujo situada en la entrada del Palacio Velázquez del Retiro) o marcando accesos y paseo.

Aunque mirándola bien no es ni griega ni egipcia, es una simple leona alada, no sé si será siquiera una esfinge. Otra leona alada del siglo XVI en el Museo del Prado.

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