El experimento de Benjamin Franklin

09-07-2015
En 1752 Benjamín Franklin hizo su famoso experimento del rayo y la cometa:

La cometa era de seda para que resistiese la humedad.
En su parte más alta iba una punta metálica para atraer la electricidad, pues había observado que la botella de Leyden (explicada más abajo) se descargaba más rápidamente si había un conductor terminado en punta.
El cordel que la sujetaba también era de seda.

Mientras estaba seco (el cordel) no pasaba nada, pero al mojarse se hacía conductor de la electricidad. Franklin ponía el cordel atado a una llave. En la llave se veía fluir la electricidad, por ejemplo, al acercar la mano saltaban chispas. Franklin logró encender alcohol con esas chispas.


La descripción de su experiencia fue publicada en The Pennsylvania Gazatte del 19 de Octubre de 1752 y decía lo siguiente:
"Fabriqué una pequeña cruz con dos tiras delgadas de cedro. Los brazos de la misma deben tener la suficiente longitud como para abarcar las cuatro esquinas de un pañuelo de seda extendido; ate las esquinas del pañuelo a cada uno de los extremos de la cruz y ya tiene el cuerpo de una cometa que, convenientemente completado con una cola, una anilla y cordel, se elevara por los aires, al igual que los que se confeccionan con papel; claro que al ser seda aguantará mejor, sin rasgarse, una tormenta de agua y viento. En el extremo superior del palo longitudinal de la cruz se fija una punta metálica muy afilada, que debe sobresalir un pie, o más, de la madera. En el extremo inferior del cordel, próximo a la mano, debe atarse una cinta de seda, y se puede atar una llave donde se une aquél y la cinta.
Esta cometa debe remontarse cuando se aviste una tormenta eléctrica, y la persona que sostenga la cuerda debe situarse en el vano de una puerta o ventana, o bajo algún otro lugar cubierto, con el fin de que no se moje la cinta de seda; también debe procurar que la cuerda no roce el marco de la puesta o la ventana. Tan pronto como se ciernan sobre la cometa algunas nubes tormentosas, la aguzada punta atraerá el fuego eléctrico que hay en ellas, y la cometa, al igual que la cuerda, quedará electrizada, y las hilachas del cordel se erizarán y experimentarán la atracción de un dedo que se les acerque. Y cuando la lluvia haya mojado la cometa y la cuerda, quedando en condiciones de conducir libremente el fuego eléctrico, comprobará que fluye con abundancia de la llave en la proximidad de su articulación. En esta llave se puede cargar la redoma y con el fuego eléctrico así obtenido se pueden inflamar los alcoholes y se pueden realizar todos los demás experimentos eléctricos que generalmente requieren el frotamiento de un tubo de cristal; por lo tanto, queda demostrada sin lugar a dudas la identidad de la materia eléctrica del rayo."

Franklin había estado trabajando con botellas de Leyden, que nos son otras cosa que una botella, o un matraz, que tiene una placa metálica en su interior y otra en su exterior. Las dos paralelas y que por tanto forman lo que hoy llamamos un condensador. El condensador guarda la electricidad. La parte interior lleva un conductor que sale al exterior por la boca de la botella y, normalmente termina en una bola metálica.
Al descargarse, por ejemplo por acercarle una barra metálica, saltaban chispas. Eso se sabía, pero a Franklin le pareció que eran rayos, que lo que ocurría en una tormenta eléctrica era lo mismo.

fuente: http://teleformacion.edu.aytolacoruna.es/

Bejamin Franklin (Boston, 1706 - Filadelfia, 1790) fue un político, científico e inventor estadounidense y se le puede ver en todos los billetes de 100 dólares.

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