Oda al enchufismo

calle Goya

Imagino que el arquitecto Antonio Lamela (1926) no pensó hacer una escultura homenaje a esta arraigada práctica española cuando reformó su edificio, pero el caso es que izó este inmenso enchufe verde.

El edificio original de 1976 no tenía escalera de incendios por lo que el arquitecto en los años noventa se vió obligado a instalarla. Como de algún lado tenía que colgarla (porque estas torres son colgantes, las empezaron por el tejado) decidió poner una viga que uniera ambos tejados y de allí suspendió la escalera, como esto había que darle 'un acabado más estético' se aprovechó para esconder maquinaria y la antena de la cubierta y se remató con el famoso enchufe art decó tan fuera del estilo de las primitivas torres.

Según cuenta elPaís
"La misión de las clavijas era ser lanzaderas de rayos láser, pero al final resultaba muy caro", explica el arquitecto.




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