Caballos de la Guardia Real

En el Cuartel de la Reina y el Príncipe de Asturias descubrí que es una gozada dibujar caballos y a la vez desesperante porque no paran de moverse.

Los vimos sin toda la pompa de cuando desfilan engalanados. En el cuartel no van con zapatillas de andar por casa pero se les ven más tranquilos y sin tensión, aunque pusieron difícil la parte del dibujo, yo solo logré tomar apuntes sueltos. Nos dijeron que los blancos eran los más tranquilos, no se sabe porqué, pero aquí fue el que más se movió, lógico  te sacan a media mañana de las caballerizas a un corralillo rodeado de unos dibujantes tras el pasamanos electrificado, aprovechas para estirar todos los músculos y moverte. El Cabo Polo ayudó mucho intentando calmarlos, dándoles algo de alfalfa (creo).

Vellorio


¡Qué bonitos eran y bien cuidados! (nuestros impuestos nos cuestan). Esto es lo más cercano que voy a estar de la monarquía española.


Flejo y Vellorio
CentavoCentavo
Flejo Vellorio
Esta visita fue posible gracias a la idea y las gestiones de Amparo Primo dentro del grupo de El Retratista Nómada de Madrid y la amabilidad de este cuerpo por acogernos.




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