Tras "la caída del muro de Berlín" en noviembre de 1989, los 155 km de muro que dividía la ciudad se demolió en parte. Los cascotes pequeños se vendieron como recuerdo turístico, y aún se venden, pero las piezas grandes se repartieron por el mundo, como símbolo de la paz mundial, o algo parecido, aunque afortunadamente quedan en la ciudad y sigue siendo lienzo artístico: East Side Gallery
Incluso aparecen nuevos restos de muro como este verano, 20 metros ocultos entre arbustos ¡como deben de ser esos arbustos berlineses!
En España llegó por vías diversas, a través del periodista Manuel Romero que compró 4 piezas (10 toneladas por 18.000 marcos alemanes) para usarlo como campaña de marketing de la revista Tribuna y repartirlo entre los lectores, 50 grs con cada ejemplar, una campaña con muchísimo éxito.
El alcalde de entonces en Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, encargó al mismo periodista la adquisición de otros tres segmentos para colocarlos en el Parque de Berlín de la capital, las partes pertenecían a la zona norte de Berlín, en el área de Panko, era el distrito en el que residían las élites del Partido Comunista.
Allí están en el distrito de Chamartín desde 1990 tres módulos del muro a modo ornamental en medio de un estanque rodeado de surtidores con sus pintadas originales.
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