Hotel Palace Madrid

Problemas del primer mundo:
      Madrid a principios del siglo XX carecía de residencias hostelera de alto standing.  
      La falta de este tipo de alojamientos exclusivos se había hecho notar especialmente en 1906, cuando los invitados a la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg no habían podido encontrar lugar a la altura de sus alcurnias y títulos donde hospedarse.
    Además los avances técnicos y de calidad (coches-camas) en el transporte ferroviario español trajeron un aumento de visitantes a la ciudad (de la alta sociedad) y había que alojar a esta gente en lugares apropiados a su posición económica. 
El Palace se construyó en el solar dejado por el derribo del Palacio de los Duques de Medinaceli. Con una inversión de 15 millones de pesetas, en solo 18 meses (1910) se levantó el hotel más grande de Europa (en ese momento).

Fue el segundo hotel de gran lujo en construirse en Madrid, después del Ritz. Hasta entonces el hotel de más calidad de la ciudad era el Grand Hôtel París de la Puerta del Sol, que sin embargo no podía compararse con los grandes albergues de otras capitales europeas.

Desde su inauguración el Palace fue frecuentado por aristócratas, artistas, políticos o escritores,  como Pablo Picasso, Ernest Hemingway, Salvador Dalí, Ava Gardner o Manolete; porque el Palace no hacía distingos como los del Ritz, donde las personas procedentes del mundo de la farándula no eran bienvenidas, ni siquiera si llegaban del deslumbrante Hollywood 

La firma de un convenio con la Fundación Nobel lo convirtió además en hotel de referencia para sus galardonados en Madrid, en sus habitaciones han descansado Marie Curie, Octavio Paz o Victor Fleming, entre otros. Otros huéspedes se sintieron tan a gusto que lo convirtieron en su casa, como fue caso de Ignacio Zuloaga o de Julio Camba, que vivió en la habitación 383 desde 1949 hasta su muerte en 1962.

Al Palace se acudía no sólo para hospedarse, sino también para frecuentar sus salones y restaurantes.  Asiduos a la Brasserie eran Federico García Lorca, Salvador Dalí y Luis Buñuel en sus años de la Residencia de Estudiantes, ansiosos de empaparse del Madrid más exclusivo y vanguardista. 

Durante la República el gobierno lo requisó y fue sede de la embajada de Unión Soviética, y después hospital de sangre. Las condiciones precarias que impuso la contienda hicieron que la gran cúpula del hotel se transformara en quirófano improvisado para aprovechar la luz que entraba por ella.

Tras la guerra civil coincidieron en el hotel muchos aristócratas y multimillonarios españoles . Se alojaban en él mientras sus palacetes eran rehabilitados, con otros tantos personajes influyentes que huían de las zonas de conflicto de una incipiente guerra mundial
Se benefició de la posición formalmente neutral de España y se celebraban reuniones políticas y financieras al más alto nivel y con espías incluidos.

En 1981 se convirtió en la improvisada base de operaciones de los periodistas para informar del golpe de estado que se estaba produciendo a escasos metros de allí la noche del 23 de febrero.

Más info sobre su historia: madridandyou.com / wikipedia.org


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