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| Torre de Valencia desde el Parque de El Retiro |
Su incómoda presencia, por motivos estéticos y por romper una de las postales más bonitas de Madrid, ha hecho que se haya ganado la ligera manía de no pocos madrileños.
La Torre de Valencia ejemplifican de un modo tan claro el desarrollismo y la especulación urbanística que se vivió durante el tardofranquismo.
Arias Navarro, entonces alcalde de Madrid justificó a posteriori la construcción del rascacielos por los numerosos cargos oficiales que ostentaba el arquitecto Javier Carvajal, una explicación que aunque en parte fuera cierta no escondía la habitual practica urbanística de entonces, que no contemplaba ningún respeto por el entorno en el que se situaban los edificios, por lo general de gran tamaño y agresiva estética.
El edificio de 27 plantas ocupa el espacio de una antigua caserna de bomberos al inicio de la Calle Menéndez Pelayo junto al Retiro, un apetecible solar que el Ayuntamiento vendió en subasta con máxima edificabilidad para obtener mayores beneficios algo que provoco gran controversia y demoró su finalización.
Aunque poco apreciado por los ciudadanos, Torre de Valencia es considerado un buen trabajo arquitectónico de la época, dotado de un diseño muy original. Siendo en definitiva un referente de la arquitectura española del momento, muy influenciada por el brutalismo.
Debe su nombre a que fue promovida por un grupo de inversores de la zona del Levante.
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