El Retiro como refugio

 

Madrid en otoño, vista desde el monumento de Alfonso XII

 El Retiro es el parque más importante de Madrid y uno de los lugares preferidos tanto por madrileños como por turistas. Se trata de un gran espacio verde de 118 hectáreas en pleno centro de Madrid. Este gran parque urbano se construyó a mediados del siglo XVII para el disfrute del rey Felipe IV. Aunque fue parcialmente destruido durante la Guerra de Independencia, recuperó todo su encanto y elegancia y se convirtió en un parque para el pueblo y la realeza.

En plena Guerra Civil española (1936-1939), los bombardeos que cercaban Madrid obligaban a los madrileños a encontrar refugio en túneles y estaciones del Metro, así como en multitud de refugios repartidos por toda la ciudad. Uno de esos refugios antiaéreos estaba en el Retiro, cerrado durante la contienda.

Este refugio,  fue utilizado por el capataz del parque, con 12 hijos, para guarecerse de los incesantes bombardeos del Ejército franquista y sus aliados alemanes e italianos sobre Madrid, a veces proyectiles incendiarios como los que lanzaron contra el Museo del Prado y la Biblioteca Nacional escuadrillas nazis al servicio de Franco. Aunque por su tamaño puede que diera cobijo a más personas.

 “Los refugios como el del Retiro solían ser pasillos estrechos, de un metro o metro y medio de anchura por 1,80 de altura, de techo abovedado forrado de ladrillo, con tierra encima hasta la cota del suelo. Su profundidad era variable, pero cuanta más hondura alcanzaran, más seguridad brindaban a sus ocupantes. La estrechez obedecía a la necesidad de reducir el tamaño de su bóveda, muy cara de construir. Acostumbraban a tener casi siempre forma de “U” y contar siempre con dos accesos, para facilitar la entrada y la evacuación” según experto Julián Arévalo (miembro del Grupo de Estudios del Frente de Madrid, Gefrema). 

En el paseo de Coches, hoy peatonal, quedaron estacionados entonces centenares de automóviles requisados por los mandos republicanos durante la guerra. Junto al refugio, sobre los petos de granito delas verjas del recinto, se ven aún impactos de fusilería. Al finalizar la guerra, el cierre del parque se hizo con fragmentos de un monumento a Pablo Iglesias demolido en el parque del Oeste.

 Fuentes: elpais.com | www.retiromania.com