Wall Street District, 1963 |
El rasgo característico de André Kertész es la inmersión. La visión en inmersión baja el punto de fuga, eleva los fondos, los sitúa en lo alto de la imagen: lo contrario de la ilusión de una perspectiva natural que superponía los planos y los escalonaba hasta un fondo ficticio (que la pintura, desde Leonardo, rodeaba de una niebla azulada).
La perspectiva "desde la ventana" o desde un poco más arriba es como la mirada que se tiene en el teatro desde el piso principal: la que capta mejor los movimientos y las intenciones. La visión desde arriba es una visión urbana, en la que el cielo ocupa necesariamente poco espacio y el suelo mucho.
Al mirar su obra se diría que el fotógrafo se había persuadido muy pronto de que las cosas solo se ofrecen al que sabe mantener una distancia. Porque entonces todo se vuelve claro, fácil, descifrable. Y el mundo, en realidad, no es más que un gran libro.
Danièle Sallenave
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