S'Illa des Bosc

Platges de Comte
Platges de Comte en invierno

La cala Conta es un cabo con playa a ambos lados y un imponente islote enfrente, s’illa d’es Bosc.
Una de las playas más bellas de Ibiza, con un horizonte salpicado de islotes y una puesta de sol inolvidable.

S'Illa des Bosc, que debe su nombre a un bosque de sabinas que ya no existe, sigue unida a su Cordillera por una línea de roca que, bajo la superficie del agua, a escasa profundidad, empalma la formación conocida como es Picatxos con es Cap des Blancar. En las imágenes por satélite se distingue este puente, ligeramente curvo, en el paso entre los islotes, hundiéndose en el agua donde acaban las agujas de es Picatxos, una hilera de rocas formadas por estratos, láminas, perpendiculares a la superficie del agua y muy erosionadas por viento y mar. Un paraíso de gaviotas y cormoranes. A pesar del frecuente paso de embarcaciones de turistas que cruzan prácticamente rozando los altos picos.

Sobre el islote, en su punto más alto, el Instituto Geográfico Nacional instaló hace décadas uno de los 11.000 vértices geodésicos que existen en España (una treintena en Ibiza y Formentera) para ayudar a crear los mapas topográficos. La señal en mitad del islote es visible desde la costa y da la impresión de algún tipo de enterramiento.

Cuando Platges de Comte no estaba de moda, el escaso tráfico marítimo no lo hacía una actividad de sumo riesgo y subir al islote estaba permitido, los chavales cruzaban nadando los escasos 500 metros de distancia a la costa, rebasando los dos esculls mayores que quedan a medio camino (s'escull Llarg y s'escull de ses Punxes). Y, mucho antes de que la isla se alcanzara a nado por diversión, fue la necesidad de buscar refugio la que llevó hasta ella a los habitantes de las cercanías.

Al menos esa es la hipótesis que explica los restos de un muro de piedras que aún se conservan en la zona sur y sureste. Este muro habría alcanzado los 448 metros de longitud (en un islote con un perímetro de 1.785 metros) y podría haber convertido la isla en un recinto defensivo, donde acudirían a refugiarse los lugareños en caso de advertir peligro. Además de esta construcción, en el islote, en la parte más plana y cercana a la costa, se hallaron cerámicas que fueron datadas en el primer siglo de nuestra era, pero no pudo determinarse si, además de estos restos antiguos y el muro posiblemente defensivo, hubo alguna vez algún tipo de construcción que pudiera indicar que se levantara en el lugar algún asentamiento, aunque fuera temporal.

Fuente: https://www.diariodeibiza.es/

Aquí se puede ver el video de la pintura digital.

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